domingo, 2 de mayo de 2010

Actividad 1 Taller de conocimiento científico


Asignatura: Metodología de la investigación

Docente: Gloria Patricia García E.

Estudiante: Grupo: Fecha:

Objetivo de la Actividad:

Abordar la problemática del conocimiento científico e identificar sus elementos más pertinentes, en el desarrollo de la investigación.

Para abordar este taller debe tener en cuenta el documento de referencia 2, sobre conocimiento científico, de Carlos A. Sabino.

1. Teniendo en cuenta el documento, enuncie en cuáles aspectos, su equipo realizo mayor énfasis y por qué?

2. Realicen un mapa conceptual, con los elementos claves de la lectura.

3. Definan tres conclusiones, que ustedes infieran del documento.

Documento de referencia 6

Y los otros pasos de la investigación?.

Autor Gloria Patricia García E.

Ya les hable en el escrito anterior de el rastreo bibliográfico, tenia que hablar de el, en primera instancia porque tiene un valor muy grande en la investigación y además acompañara al investigador durante todo el proceso investigativo; pero necesito que ustedes vean todos los elementos en conjunto, que componen el proceso de la metodología para investigar.

El trabajo de investigación en la cátedra, sigue teniendo vigencia, más aún en esta sociedad del conocimiento, donde con intervalos de tiempo muy pequeños, la sociedad genera nuevas formas de pensamiento, aparecen nuevos paradigmas, que precisan de un ser humano conectado a estos cambios o vera simplemente desaparecer, ante sus narices las oportunidades y desperdiciara todos aquellos componentes de originalidad, creatividad, aporte y formalidad, para solucionar los problemas de su entorno

Por ello el estudiante-.investigador, debe poseer la herramienta metodológica al momento que realizar un proyecto de investigación, no sin antes entender que la investigación es algo sistemático, pero además cotidiano, solo basta con que queramos realizar actos humanos, que hacemos con libertad, voluntad y sobre todo con conocimiento, requisito indispensable para que nuestros actos se consideren humanos y no simplemente actos del hombre, aunque el conocimiento es parte de nuestra naturaleza, debemos utilizar nuestra razón, para que el conocimiento, coloque al ser humano como centro, de la acción cognoscitiva, o sea el conocer y el saber y con las herramientas básicas, emprender el proceso de construcción o sea el hacer , este juego de palabras para entender, que solo con la praxis, construye conocimiento .

Cuando lo cotidiano se articula con la necesidad de construir conocimiento surge la investigación, como ese proceso constante de hacer el saber, de estar frente a una verdad, es decir, que lo dicho de un hecho ó acontecimiento corresponde efectivamente al hecho o acontecimiento mismo. Para que estas premisas se cumplan, se necesita que el universitario asuma una actitud responsable ante la investigación, trascendiendo del conocimiento simplista de la realidad, al conocimiento objetivo, racional y crítico que le debe caracterizar, claro está, de manera sistemática, que denote coherencia y sacrificio por el aprendizaje.


Suponiendo que ya tenemos en la cátedra, un universitario convencido de la investigación, pues procedemos a convencerlo, no con verdades absolutas,.sino con plena convicción de que el conocimiento, hace parte de cualquier área de la ciencia y que como tal debe pensarse en ella y que es allí donde por el uso de la razón se piensan los objetos, los hechos y los acontecimientos y que para este procedimiento debe tener un método o sea el camino para alcanzar el fin, es imposible hacer investigación sin el.; existen métodos de aplicación general y de aplicación particular, los de aplicación general son aquellos que en lo formal, indican losa pasos a seguir y en lo filosófico, las formas de concebir la realidad y los de aplicación particular son aquellos, que atienden a la naturaleza de lo que se estudia y las exigencias del investigador.

Son métodos de aplicación general:

-El método científico, que es el método de aplicación general que sustenta formalmente toda investigación científica y señala las fases fundamentales que deben observarse, siendo estas las siguientes: selección del tema, elaboración de supuestos teóricos (hipótesis), experimentación, interpretación y al final la presentación de los resultados.

- El método dialéctico: Método de aplicación general que sustenta filosóficamente toda investigación, la aplicación de este método implica considerar la realidad y de manera especial el objeto de estudio como algo dialéctico, es decir, objeto sobre el cual actúan las leyes más generales del desarrollo y por lo tanto es dinámico, antagónico y en constante transformación.


Los Métodos de Aplicación Particular, mas usados son:
- Método deductivo: Consiste en encontrar principios desconocidos, a partir de los conocidos, como dicen algunos investigadores: ir de lo general a lo particular.
- Método inductivo: Parte de casos particulares para llegar a conocimientos generales. Este método permite la formulación de hipótesis, estudiando los caracteres y/o conexiones necesarios del objeto de investigación, relaciones de causalidad, entre otros.
El uso de este método requiere que el investigador haga uso de la observación y la experiencia.
- Método de concordancia: Consiste en comparar entre sí, varios casos en que se presenta un fenómeno y señala lo que en ellos se repite, como causa del fenómeno.
- Método histórico: Se pone en practica cuando queremos conocer las distintas etapas de desarrollo de un fenómeno y sus conexiones históricas.
- Método sintético (síntesis): Es un proceso mediante el cual se relacionan hechos aparentemente aislados y se establecen conexiones que unifican los diversos elementos, yendo de las partes al todo.
- Método analítico (análisis): Es un proceso inverso a la síntesis que supone desglosar el todo en partes para estudiar cada una de ellas por separado, cabe mencionar que la realidad es una totalidad no obstante para efectos de estudio se hacen esos desgloses. Es importante advertir que el análisis de un fenómeno se realiza a partir de la relación que existe entre los elementos que conforman dicho fenómeno como un todo; y a su vez , la síntesis se produce sobre la base de los resultados previos del análisis.
-Método de la abstracción : Es una actividad primordial para el Universitario ya que implica aprehenderse del fenómeno a través de los órganos de los sentidos para luego concretizarlo
-Método de la concreción: Consiste en ir de lo abstracto a lo concreto; construir definiciones sobre la base de lo abstraído de la realidad y confrontarlas con ella misma, de tal manera que expliquen objetiva y racionalmente cada uno de los fenómenos definidos.

Después de el estudiante procesar los elementos de naturaleza científica, debe conocer el entorno universitario, para señalar los principios de la investigación en su universidad, las líneas de investigación propias de su programa y definir la unidad de trabajo, el tipo más usado es el trabajo de grado.

En este momento el estudiante define su objeto de estudio y es aquí donde recae la acción del investigador, sobre lo que se indaga. Se explora, se experimenta y se adelanta teóricamente.
siguiendo el proceso, lo primero que debe surgir es la idea, que al comienzo puede ser un tanto difusa, poco clara, inclusive puede ser que solo, hasta cuando se hace el primer rastreo bibliográfico, tomemos decisiones , sobre lo que probablemente, vamos a realizar, ahora bien es interesante observar que necesariamente necesitamos plantear, el problema, aquellas preguntas de investigación, que a la hora de plantear los objetivos, se convierten en la herramienta facilitadota de la intencionalidad del trabajo, dando inicio a los objetivos, pues estos son los que responden a las preguntas, ¿qué se quiere hacer? y ¿ a dónde se quiere llegar?, comúnmente estas son las primeras expresiones que lanzamos cuando tenemos claro lo que queremos conocer y de lo que vamos a conseguir con la investigación; por estas razones los objetivos son a la vez el motor y la meta final para direccionar, guiar y enrutar la investigación.

Las preguntas son muy amplias al comienzo del proceso, cuando se esta tratando de enfocar el tema, hasta perfilarse en el problema de investigación, donde se van especializando, en sus especificidades para acompañar el proceso investigativo, dándole sentido problematizador a las preguntas en la búsqueda de la información.

Todo proyecto siempre tiene unos objetivos muy generales que en ocasiones le trascienden, es por eso que los objetivos generales responden a tópicos sobre el tema de estudio y un ejemplo de su formulación, pudiera ser "el objetivo general de la investigación es conocer los factores que determinan la caída del dollar y sus repercusiones en los mercados financieros”.

Se pueden encontrar diferentes tipos de objetivos, algunos de ellos son, el del tipo de “resolver problemas", el de "cambiar la realidad", el de "mejorar la organización". El objetivo general siempre contribuirá al propósito final de la investigación, pero el proceso de investigación, será responsabilidad de la información, recopilada, que solo será posible mediante el rastreo bibliográfico, diseccionado por los objetivos específicos, más pequeños, más fáciles de abarcar, mas parciales, por decir algo, ahora plantee un objetivo general, algunos específicos de este pueden ser:

1. Analizar Los factores que han incidido en la caída del dollar, en la primer tercio del año 2008

2. Detectar cuáles de esos factores han repercutido en la crisis del

Mercado financiero

3. Relacionar las variaciones de los factores detectados con las variaciones del mercado financieros

4. Validar los resultados encontrados con la opinión de diferentes expertos en el tema.

Los objetivos específicos, deben ser claros, concisos y precisos. Un objetivo es claro cuando cualquier persona, entienda sin ninguna duda que es lo que se pretende conocer o resolver con la investigación; es conciso cuando su formulación determina los pasos que son necesarios para alcanzarlo y cualquier persona comprende rápidamente la forma en que se va abordar el problema; es preciso cuando está planteado en términos operativos, es decir cuando especifica las unidades de medida de cada uno de sus elementos. Enunciados. Los otros elementos importantes, tiene que ver con las condiciones que deben poseer los objetivos: la coherencia con los demás elementos del proyecto de investigación, la concreción en la formulación de objetivos. Toda investigación debe tener un objetivo general que posibilita el resultado final de la investigación y varios objetivos específicos, concretos, que permiten la operativización del objetivo general.

Estos son algunos verbos, que nos pueden servir para orientar el trabajo:

Para Conocer, se pueden usar: Describir, definir, identificar, reconocer, etiquetar, listar.

Para Comprender, se pueden usar: Interpretar, ilustrar, predecir, extrapolar.


Para Aplicar, se pueden usar: Mostrar, utilizar, relacionar, explicar, inferir, construir.

Para Analizar, se puedes usar los verbos: Identificar, distinguir, detectar, categorizar.


Para Sintetizar: Combinar, generalizar, organizar, sacar conclusiones, derivar, deducir.


Para Evaluar: Decidir, elegir, seleccionar, criticar, defender, comparar, contrastar...

Documento de referencia 4


LA VITALIDAD DEL RASTREO BIBLIOGRÁFICO, EN EL MUNDO DE LA INVESTIGACIÓN, CON LOS RETOS DE LA CIBER- AUTOPISTA ELECTRONICA.

Autor Docente Gloria Patricia García E.

Quisiera Comenzar este artículo, con algunas frases de Bill Gates, de su libro “Camino al futuro”, que creo firmemente, son muy validas para comprender, el animo que nos alienta a utilizar hoy en el rastreo bibliográfico, el ciberespacio; una de ellas dice” uno de los beneficios que proporciona la autopista de la información, será el de permitirnos tener más control sobre nuestros horarios…”; es bien importante este aspecto debido a que tradicionalmente, lo que mas nos podía atrasar en nuestro desempeño como investigadores era el manejo del tiempo, a veces las bibliotecas quedaban alejadas, teníamos poco tiempo para estar en ellas, debíamos recurrir al préstamo de toneladas de textos para leer en poco tiempo, en fin, abran muchas otras razones, para mostrar lo favorable que es para nosotros hoy, la accesibilidad al conocimiento.

En otra de sus frases, nos introduce, en el placer que produce alcanzar logros, en términos no solo del acceso a conocer, sino al poder hacerlo en tiempos reales, observen” la autopista nos proporcionara posibilidades que parecen mágicas”, infinitud de posibles formas de llegar al conocimiento, eso es de verdad mágico. Duele un poco y en ocasiones es vergonzoso, que nosotros los seres humanos pensemos, que por si solo, el descubrir la magia de la autopista, sacar los secretos de Pandora o la magia de merlín, ya todo esta hecho, esa es una falacia y muy grave y es quizás la que ha colocado, a la tics en una especie de cacería de brujas; se escuchan comentarios acerca de cómo los seres humanos se han relajado, no producen, copian, por supuesto que hay mas comentarios; pero me parece mas importante que ustedes estudiantes, reflexionen, en torno a que el toque mágico, no lo hace solo la herramienta y es ahí donde entra en juego nuestra responsabilidad, para producir la respuestas, a los contenidos esperados, no basta “copiar”; por eso también creo que hay una gran responsabilidad de la academia, para que ustedes, utilicen bien las herramientas, vale la pena decirlo, que los docentes debemos verdaderamente acompañar este proceso, revisar sus fichas de rastreo, ir perfeccionando los contenidos del rastreo, hasta avanzar en la investigación de ese problema, que nos preguntamos un día y que queremos resolver.

Escogí la siguiente frase, para hacer algunas conexiones, que me parece vitales, con respecto a la tarea del ser humano, mas allá de los resultados de la herramienta, como quien dice mas allá de” copiar y pegar”; miremos Bill Gates dice “ la autopista de la información hará que sintamos como si se hubiera suprimido toda la maquinaria intermedia entre nosotros y el objeto de nuestro interés”, ese objeto es el problema de investigación, que hoy puede desarrollarse una gran búsqueda detectivesca utilizando la gran autopista; pero esto se vuelve interesante, en el sentido en que. como dice uno de nuestros grandes científicos colombiano, Rodolfo Llinas, “ el cerebro sería fundamentalmente una maquina de aprender”, como perdernos, la relación entre lo acumulado en el proceso informativo y lo que al ser leído por nuestro cerebro, utilizando la capacidad de pensar del mismo, dará como resultado una serie de procesos como el análisis, para producir elementos de argumentación y con ello ir dándole un giro al proceso de rastreo, mas allá de la acumulación de información, y de realizar trabajos cuyo único sentido sea “cortar y pegar”, si no logramos entender, la responsabilidad que tenemos, con la cognición y la producción de conocimiento, estaremos condenados a morir ante el paso avanzado de la tecnología, premisa que nosotros los seres humanos, sabíamos de su evolución y que por las malas practicas pedagógicas en muchos casos, se han permitido trabajos que solo son el cúmulo de informaciones; desgraciadamente eso son muchos de los trabajos de grado de nuestras universidades.

Hoy es prioritario para una buena utilización de la internet, una mayor exigencia y más estricta revisión en las relaciones conceptúales que se hagan durante los procesos académicos, así mismo como una mayor exigencia, para que las argumentaciones, sean mas elaboradas, incentivando en nuestros estudiantes, el interés por la escritura, de aquellos aprendizajes que hoy, no solo son el aprender por aprender; para pasar a una producción de contenidos, de aquellos aprendizajes que sean más significativos.

Para terminar este articulo, podemos enunciar algunos criterios estratégicos, para la elaboración de propuestas de trabajo de grado, en los que realizaremos rastreo bibliográfico:

1. Explorar y evaluar el material disponible en linea, para conocer el tipo de contenidos al que se tendrá acceso. Esto permitirá evitar el fraude pero también asegurar, todos los elementos exigidos por el trabajo.

2. Establecer los parámetros que el trabajo de grado exige, para que se de, una buena relación conceptual y no una mera acumulación de información. Priorizar comparaciones, jerarquizaciones, análisis, opiniones y otras relaciones conceptuales por sobre resúmenes o el citado textual. Acá quiero aclara, que en una primera fase del rastreo, cuando la búsqueda es el tema, se puede carecer de muchos elementos planteados, en este punto y se opte por las citas o simplemente el proceso de ubicación bibliografica.

3. Establecer “topes” para la extensión del trabajo de grado, este seria la delimitación del tema; la formulación del problema y su planteamiento, de manera tal que demanden necesariamente a una rigurosa selección del material hallado.

4. Establecer explícitamente condiciones de homogeneización de estilo que apunten a evitar el copiado automático de textos. Este punto tiene una gran relación, con los argumentos enunciados al comienzo del articulo, donde enfatizo en la responsabilidad que tenemos de producir, para esta estrategia el estudiante tiene que tener varias competencias funcionando, y deberá hacer uso de todas las herramientas que la lingüística y la hermenéutica, le brindan; además de una gran dosis de manejo de la redacción, para nuevamente promover la vinculación de conceptos, alentando la comparación de la nueva información con ideas previas y opiniones personales, propiciando el aprendizaje significativo.

5. Hacer las pesquisas necesarias para la verificación del material de internet; de la validez de las fuentes: triangulación, rastreo de autores y obras y relevancia de la página. Es importante anotar que desarrollar esta estrategia, nos permite, valorar lo que leemos, si es citado por otros autores y poder buscar el origen, que es el que verdaderamente, nos interesa citar , poder controlar las copias sin derechos de autor.

6. Realizar la búsqueda de materiales no electrónicos, como recursos para verificar la validez de la información, que encontramos en la electrónica y que es de dudosa “veracidad”, el objetivo de este tipo de estrategias, permite a los estudiantes profundizar en la indagación del trabajo de grado.

7. En la estrategia cuatro hable de la importancia de producir; por eso en esta estrategia propongo estimular a los estudiantes, en sus aspectos creativos, motivándolos, constantemente, a escribir.

8. En la primera parte del artículo, hable del científico Llinas, ahora nuevamente el cerebro vuelve a ser vital, hoy sabemos por los neurolinguistas, que los mapas conceptuales, infografías y recursos gráficos, son las mejores herramientas para dar cuenta de la comprensión de contenidos.

9. por ultimo plantear la importancia de una organización general, coherente, en el citado de las fuentes hipertextuales (Web), con el mismo rigor que para las fuentes tradicionales; en Colombia, contamos con la norma ICONTE y a Nivel internacional, Con las norma APA.

Observar hoy, la gran accesibilidad que tenemos, a todos los servicio Internet, es acercar a los estudiantes a estas nuevas problemáticas; creo que es responsabilidad de la academia, adecuarnos a los tiempos que corren evitando que las prácticas descontextualizadas lleven a la universidad al anacronismo y al desprestigio.

La idea es pues, buscar provecho en la utilización de las NTICs optimizando el sistema que se genera entre el estudiante y los buscadores, que hacen posible el acceso al material en la red, sino también de favorecer a través de la creación de un contexto adecuado, la adquisición de habilidades específicas respecto a la selección, organización y comprensión de la información, habilidades que incluso podrían ser potencialmente transferibles a otros contextos, aún careciendo del recuso tecnológico. En síntesis se sugiere, generar las condiciones adecuadas posibles para optimizar no solo los efectos obtenidos al operar con las NTICs, sino también, buscar un residuo cognitivo transferible a otros contextos; hay que mostrarle al estudiante, que incluso en la red, hay formas de lograr el acercamiento a otras fuentes y mas actualizadas que las que puedes encontrar en , con cualquier buscador normal; es el caso de las bases de datos, no solo por lo actualizadas, sino porque a través de ellas los estudiantes descubren, como en varias de ellas el acceso directo de la cita exige, mucha responsabilidad en citar la fuente y en algunos casos pagar por la información.

Documento de referencia 3


En linea: http://www.scribd.com/doc/21622509/Tema-de-Investigacion-Area-Tematica

Consultado el 2 de febrero de 2006

TEMA DE INVESTIGACIÓN- ÁREA TEMÁTICA

Autor Fernando Palazzollo

¿Qué es un tema de investigación?

Un tema es el asunto de un discurso, es decir, sobre qué trata. Del mismo modo, un tema de investigación es un asunto que concierne al campo disciplinar en el cual nos estamos inscribiendo como investigadores.

La elección del tema es el primer caso en la realización de una investigación, y como tal determina los pasos subsiguientes. Esta elección consiste en determinar con claridad y precisión el contenido del trabajo a presentar. A medida que se avance en el trabajo el tema de investigación puede ir sufriendo modificaciones. Es imposible anticipar si nuestra primera definición es la correcta para la investigación que se ha iniciado. Las reformulaciones se dan en base al ensayo y error, lo que en general significa volver hacia atrás, releer y reescribir los puntos que sean necesarios.

La realidad de la investigación es problemática, compleja y, para quienes se inician en este trabajo, difícil de delimitar. De dicho escenario debe elegirse un factor[1] que se determine como tema de investigación y dentro del cual debe seleccionarse un problema investigable. La mayoría de las ideas iniciales son vagas y requieren un análisis cuidadoso para que sean transformadas en planteamientos más precisos.

Veamos ahora los problemas comunes que surgen a la hora de seleccionar, delimitar y enunciar un tema de investigación.

¿Dónde y cómo encontrar un tema de investigación (TI)?

Encontrar un TI supone un acto de búsqueda intencionado, no el encuentro entendido como choque o coincidencia. Siendo más precisos, hay que decir que el TI no es una elección dentro de un montón de variables que nos presenta el campo, sino que es una construcción del investigador sobre los factores investigables dentro de una disciplina. Los TI no están definidos de antemano, no son factores dados por el campo disciplinario que nos ocupa.

La primera cuestión tiene que ver con la especificación del área de interés en el cual se desea investigar. Siempre se tiene alguna certeza sobre algo, lo que en este caso se traduce en definir las propias inquietudes sobre el campo de estudio. La construcción del TI corresponde necesariamente al investigador.

Para dar este paso inicial en cualquier investigación debe partirse del interés personal, que se define en la relación entre los gustos, las ideas que se creen correctas, los prejuicios, el propio recorrido académico, etc. Pero además, la mirada personal debe desarrollarse dentro de demandas colectivas, ya que el conocimiento científico toma sentido y relevancia en la compleja trama de los procesos sociales. Debe identificarse un interés basado en el trabajo que se está desempeñando actualmente, en las dudas que queremos respondernos y, desde lo que hemos leído o escuchado, no han sido respondidas. Suele ocurrir que pensamos en un TI que parece imposible de ser abordado por la disciplina desde la que trabajamos. Pero es necesario no descartar ninguna posibilidad de antemano.

Este primer acercamiento puede realizarse utilizando el esquema de la pirámide invertida, para ir de lo más general a lo más particular:

Parados desde la disciplina en la que trabajamos fijamos un interés; del interés podemos delimitar un tema amplio, y de ese tema amplio definiremos luego un tema específico. En este punto puede servir, como paso previo a la definición del TI, la selección en el área temática en el cual inscribiremos nuestro TI[2].

De todas maneras no es obligatorio ni mucho menos definir primero el área temática para luego enunciar el TI. De hecho la mayoría de los tesistas lo hace al revés: primero delimita el TI y luego lo inscribe en el área temática que más le convenga a su trabajo.

Como último nivel en esta pirámide está la definición del problema de investigación, que se ejecuta como paso posterior a la definición del TI, estando ya inmersos dentro del trabajo con más información y análisis sobre el TI escogido. A nivel de pasos o etapas investigativas no hay que suponer el tema como algo dado y empezar por el problema: lo importante es precisar el TI ya que el problema se deriva de éste. Cuando se selecciona el TI la investigación aún se encuentra en un marco de generalidades; cuando se selecciona el problema se reduce la misma. Un TI puede contener diversos problemas de investigación.

También existen otros criterios de abordaje a la selección de un TI que pueden darnos una aproximación más certera al momento formular nuestra investigación: Consultando las discusiones trabajadas en nuestro campo de estudio; recogiendo las inquietudes de otras personas; preguntando a y debatiendo con profesores; haciendo una lectura reflexiva y critica de libros, revistas especializadas y demás documentos que plantean reflexiones sobre la respectiva disciplina; participando en conferencias, congresos, discusiones y demás formas de exposición y reflexión de temas; etc. Pero si no existe, como primera medida, una fuerte impronta acorde a nuestros intereses en la definición del TI que incluya todos los demás criterios, esa investigación va a convertirse en una obligación y un compromiso denso con el cual estaremos lidiando durante por lo menos un año (aunque en general se dedica más tiempo). Esto no sólo será un peso para el estudiante-investigador, sino que seguramente le quitará rigor y contundencia al trabajo de investigación. Además es necesario tener en cuenta que la instancia de tesis supone un momento de libertad de acción que tal vez no se encuentre en otros espacios de investigación. Es este el momento de encarar un proyecto que satisfaga los deseos y las necesidades del tesista (tanto personales como sociales), pues no estará limitado por otras cuestiones que no sean las normas básicas que debe cumplir cualquier investigación para ser presentada como tal.

Uno de los errores más comunes que comete el tesista en esta instancia es pensar que si el tema elegido no es novedoso u original, no es digno de ser estudiado. Si bien es importante encontrar nuevos aspectos o factores investigables, una investigación no debe pretender ser una nueva verdad sobre el campo disciplinar. El hecho de que el tema en proceso ya haya sido arribado desde diversos trabajos no impide poder avanzar en su desarrollo[3]. Es más, uno de los problemas que se presenta es creer que un TI puede ser valorado sólo a partir de su originalidad. Es muy común escuchar: “Elijo este TI porque no hay nada hecho al respecto en el campo”. Tal vez deberíamos pensar que si no se ha hecho nada es porque realmente ese TI no es pertinente o relevante para ser estudiado. Por eso la originalidad no debería ser un factor determinante en la elaboración de un TI de una tesis de grado.

Es importante utilizar la pregunta como ejercicio para delimitar las cuestiones que harán a nuestra investigación. Debemos recordar el esquema de las 5 W que marcó, como mínimo, el comienzo de la carrera. Como primera medida hay que preguntarse qué quiero investigar. Esta es la pregunta principal a la que debe responder el TI. Luego podremos ir respondiendo las preguntas restantes: dónde, cuándo, por qué y cómo lo quiero hacer. Además será necesario responder para qué, cuestión fundamental para poder justificar nuestra elección. Seguramente la respuesta a todas estas preguntas no estarán contenidas en la definición del TI, pero aproximarnos a su contestación no dará una idea de la viabilidad de ese tema, una primera definición del objeto de estudio.

¿Cuáles son las características de un TI?

Pueden precisarse algunas características que sirven como claves para la construcción de un TI. El primer factor característico en la definición de un TI es su pertinencia con el campo disciplinar dentro del cual estemos trabajando. Además el TI debe estar claramente delimitado, es decir, debe fijar los límites de la investigación con precisión. Otra característica importante es la claridad, coherencia y cohesión en la enunciación del tema de investigación.

Analicemos por separado las características de un TI:

-Pertinencia:

El primer problema al que se enfrentan los tesistas en la definición del TI es el nivel de pertinencia de la elección al campo disciplinar en el que se trabaja. En la Facultad de Periodismo y Comunicación Social es muy común encontrar trabajos que pretenden estudiar cuestiones que escapan a las posibilidades de la disciplina. Los temas que se escogen deben contener la posibilidad de ser abordados por los conceptos, las nociones, las miradas propias del campo de la Comunicación. En resumen, se sobreestima la capacidad de la disciplina para dar respuesta a cualquier problema. Esto no quiere decir que una tesis no pueda generar alguna ruptura dentro de lo establecido, y empezar a investigar en territorios aún no explorados. El problema se presenta cuando el tesista piensa que “todo problema es, en algún sentido, un problema de comunicación”. Por ejemplo, “La erosión de las playas en el partido de La costa”, no es un TI comunicacional, sino que está directamente relacionado con las Ciencias Naturales. De todas formas, si nuestro interés está puesto en ese tópico, puede llevarnos a un primer acercamiento sobre el TI que definiremos, investigando, por ejemplo, identidades culturales en comunidades de la zona costera.

En este sentido también ocurre, como fue dicho anteriormente, que muchos futuros investigadores creen imposible abordar un área de interés o tema por la disciplina desde la que investigan. Aquí el problema es el opuesto, ya que se subestima el alcance de sus herramientas: no están bien informados sobre las posibilidades que poseen dentro del campo de estudio.

La pertinencia a la disciplina es la primera máxima a la que debe responder un TI. Si pensamos otra vez el esquema de la pirámide invertida, veremos que en el nivel más amplio se encuentra la disciplina. Si nuestro tema no responde a esta pauta, es imposible avanzar en la investigación.

-Precisión:

¿Cómo se delimita un TI? Para ir delimitando el tema, una vez que nos encontramos con una primera definición (que en general es muy amplia), debemos advertir que el tema no sea tan amplio como para no poder ser abarcado, ni tan limitado que no podamos encontrar información al respecto. Esta es una de las fallas más comunes en la investigación; muchas investigaciones fracasan por carecer de delimitación del tema, es decir, por plantear temas demasiado ambiciosos. Delimitar el tema quiere decir poner límite a la investigación y especificar el alcance de esos límites. Delimitar el tema es ver la viabilidad para su desarrollo. Por ejemplo: “Las noticias internacionales en el Diario Clarín”, es un tema demasiado vago, en el que no hay ningún límite fijado, donde no se especifica qué aspecto voy a observar, etc. Si bien es un tema pertinente a la disciplina, enunciado de ese modo el lector puede interpretar que esa investigación contiene un análisis de todas las noticias publicadas en la historia del diario Clarín sobre temas internacionales, cuestión que resulta inabarcable.

De todas formas no puede fijarse una regla sobre la cantidad de información y precisión que deba brindar un TI; los temas pueden ser más amplios o más específicos según lo requiera la investigación, según lo requiera el objeto de estudio que se está construyendo. En este sentido el ejemplo 4 muestra un TI más amplio que el 3, que cuenta con más detalles sobre el aspecto puntual que será investigado, exponiendo qué aspecto de qué actor y en qué lugar va a investigar. Es por eso que el TI sólo tiene validez dentro de la investigación que lo contiene, y no pueden darse modelos para confeccionar tipos de TI. Cada TI es una construcción particular para una investigación específica.

Lo que sí importa es la precisión con la que se define un TI, lo que estará determinando si tenemos claros los límites de nuestra investigación. Es decir, ante la pregunta que puede hacernos cualquier persona, ‘¿qué estás investigando?’, -sobre todo si no conoce el campo en el cual estamos trabajando-, el TI debe poder responder a esa incógnita, y debe hacerlo en no más de una frase.

-Enunciación:

La buena enunciación de un TI es consecuencia de la precisión con la que hemos delimitado nuestro TI. Todo TI debe responder, invariablemente, a qué se va a investigar. Si eso está claro, precisado, delimitado, su enunciación es sólo un paso para continuar adelante. De todas formas suele suceder que se tiene la idea clara pero la redacción del TI no responde a nuestras expectativas. Por eso es necesario hacerle algunas preguntas al tema para saber si en esa frase estamos dando la información que deseamos, o en cambio estamos ocupando espacio con cuestiones secundarias. Es oportuno volver a marcar que no hay una fórmula exacta para lograr la enunciación correcta de un TI, no hay un molde que pueda ser llenado con palabras según el TI que hayamos escogido.



[1] Como veremos más adelante, la “elección de un factor investigable” implica una construcción previa del tesista. El término “elección” es provisorio.

[2] Ver más adelante el apartado titulado “¿Qué es un área temática?

[3] Además es necesario aclarar que nunca dos TI son idénticos, ya que las construcciones están puestas en relación directa con cada proceso particular.

Documento de referencia 2

En linea: http://www.scribd.com/doc/4958833/El-proceso-de-investigacion-Sabino-Carlos

Consultado el 11 de febrero de 2006

Tomado de : El Proceso de investigación. Carlos A. Sabino

Capítulo 1

1. EL CONOCIMIENTO CIENTIFICO

Para abordar con provecho el estudio de la metodología científica es necesario situarse, previamente, en el contexto en que ésta adquiere su sentido. La metodología, como veremos más adelante, [V. infra, 2.3.] no es realmente una ciencia, sino un instrumento dirigido a validar y a hacer más eficiente la investigación científica. Esta, a su vez, es la actividad que alimenta un singular tipo de conocimiento, la ciencia. Por tal razón no es posible estudiar la metodología como disciplina si no se posee una comprensión mínima sobre ciertos problemas relativos al conocimiento en general y a la ciencia en particular.

A este objetivo dedicaremos en consecuencia los dos primeros capítulos de esta obra: revisaremos aunque muy sucintamente algunos conceptos y nociones básicas del complejo campo filosófico que suele llamarse epistemología, o teoría del conocimiento, procurando dar una perspectiva razonada del conjunto de la materia que tratamos. De este modo esperamos que los problemas metodológicos que se desarrollan más adelante se comprendan mejor en su auténtico significado y puedan estudiarse con menor dificultad. [V., para una exposición mucho más completa, Los Caminos de la Ciencia, Op. Cit., especialmente sus cinco primeros capítulos.]

1.1 El conocimiento como problema

En nuestra vida cotidiana, en el trabajo, los estudios o la constante interacción social, adquirimos y utilizamos una inmensa cantidad de conocimientos, tan variados como el universo mismo: sabemos cual es la llave que abre la puerta de nuestra casa y cómo cambia el semblante de la persona que amamos, aprendemos cuantos electrones orbitan en un átomo de helio o la fecha en que fue fundada nuestra ciudad. El conocimiento se nos presenta como algo casi natural, que vamos obteniendo con mayor o menor esfuerzo a lo largo de nuestra vida, como algo que normalmente aceptamos sin discusión, especialmente cuando lo adquirimos en la escuela o a través de medios escritos de comunicación.

Pero en algunas ocasiones, o con respecto a ciertos conocimientos, percibimos que las cosas no son tan simples, que hay afirmaciones discutibles o sencillamente falsas. Encontramos que, en una conversación cualquiera o en una polémica determinada, hay aseveraciones que tienen diverso valor, que son más o menos confiables que otras y que dicho valor depende en buena medida del modo en que se ha llegado hasta ellas. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando descubrimos que una persona relata hechos que no ha tenido ocasión de comprobar o cuando comprendemos que se han sacado inadvertidamente conclusiones erradas, ya sea por haberse confundido los términos de un problema o por basarse en datos incompletos, aproximados o directamente equivocados.

Si reflexionamos sobre estos casos encontraremos que es posible hacerse una pregunta, una pregunta tal que cambia por completo nuestra actitud ante los conocimientos que tenemos: )cómo sabemos lo que sabemos? podemos inferir qué nos basamos para afirmar o para aceptar una determinada afirmación? )Cómo sostener que algo es verdad, por ejemplo, si no hemos podido comprobarlo directa y personalmente, o si tenemos sólo una información parcial al respecto? Y más todavía, aun cuando nuestros sentidos parezcan indicarnos claramente una respuesta )podremos siempre estar seguros de lo que vemos, oímos y sentimos? Porque el sol parece girar alrededor de nuestro planeta, y sabemos que eso no es cierto, la materia presenta un exterior inerte, y sin embargo está cargada de una tremenda energía, las personas afirman que han hecho esto o aquello, pero pueden estar confundidas o faltar a la verdad.

Al llegar a este punto podemos entonces vislumbrar que existe un problema alrededor de lo que es el conocer, el saber algo acerca de los objetos que nos rodean o de nosotros mismos. Y este problema radica en que la verdad no se muestra directa y llanamente ante nosotros, sino que debe ser buscada más o menos activamente por medio de un trabajo indagatorio sobre los objetos que intentamos conocer. Todo conocimiento supone un cierto esfuerzo para adquirirlo y este esfuerzo puede ser hecho de una manera más o menos completa o efectiva.

Surge entonces una primera distinción que es preciso resaltar y tener siempre en cuenta: no debemos confundir una afirmación respecto a un hecho o a un objeto, con el proceso mediante el cual se ha obtenido tal conocimiento, es decir, que nos ha permitido llegar a dicha afirmación. En otras palabras, aquello que dice un profesor o que dice un libro o un periódico digamos, por ejemplo, que la economía de cierto país ha crecido 4% en el añoB es una afirmación que, cierta o falsa, nosotros podemos recordar y utilizar; es, por tanto, un conocimiento, que recibimos si se quiere de un modo pasivo, y que incorporarnos y relacionamos con otros que poseemos de antemano. Pero resulta evidente que alguien, una o más personas, son los responsables de esa afirmación; alguien, de algún modo, en algún momento, ha estudiado la economía a la que nos referimos y ha determinado por algún medio que su crecimiento anual ha sido del 4% y no del 3% o del 5%. ) Cómo lo ha hecho? ),de qué recursos se ha valido para saberlo?: éste es el punto que nos interesa destacar.

Cuando comenzamos a preocuparnos acerca del modo en que se ha adquirido un conocimiento, o cuando intentamos encontrar un conocimiento nuevo, se nos presentan cuestiones de variada índole, muchas de las cuales integran el campo de estudio de la metodología. Algunos de estos problemas, los más generales, serán apenas esbozados en las páginas siguientes, por cuanto son el tema de la epistemología y de la filosofía del conocimiento en general y no podemos desarrollarlos en profundidad; otros, más específicos, son los que abordaremos a partir del capítulo 3 de este libro.

1.2. El conocimiento como proceso

El hombre parece haber estado siempre preocupado por entender y desentrañar el mundo que lo rodea, por penetrar en sus conexiones y en sus leyes, por atisbar hacia el futuro, descubriendo las relaciones y el posible sentido de las cosas que existen a su alrededor. No podemos aquí discutir por qué ocurre esto, ni resumir tampoco las varias teorías que se han adelantado sobre el tema. Puede resultar útil, al menos, intentar una breve digresión.

Desde que la especie humana empezó a crear cultura, es decir, a modificar y remodelar el ambiente que la rodeaba para sobrevivir y desarrollarse, fue necesario también que comprendiera la naturaleza y las mutaciones de los objetos que constituían su entorno. Tareas que a nuestros ojos resultan tan simples como edificar una choza, domesticar animales o trabajar la tierra, sólo pudieron ser emprendidas a luz de infinitas y cuidadosas observaciones de todo tipo; el ciclo de los días y las noches, el de las estaciones del año, la reproducción de animales y vegetales, el estudio del clima y de las tierras y el conocimiento elemental de la geografía fueron, indudablemente, preocupaciones vitales para nuestros remotos antecesores, por cuanto de esta sabiduría dependía su misma supervivencia.

El conocer, entonces, surgió indisolublemente ligado a la práctica vital y al trabajo de los hombres como un instrumento insustituible en su relación con un medio ambiente al que procuraban poner a su servicio. Pero, según las más antiguas narraciones que poseemos, el pensamiento de esas lejanas épocas no se circunscribió exclusivamente al conocimiento instrumental, aplicable directamente al mejoramiento de las condiciones materiales. Junto con éste apareció simultáneamente la inquietud por comprender el sentido general del cosmos y de la vida. La toma de conciencia del hombre frente a su propia muerte originó además una peculiar angustia frente al propio destino, ante a lo desconocido, lo que no se posible abarcar y entender. De allí surgieron los primeros intentos de elaborar explicaciones globales de toda la naturaleza y con ello el fundamento, primero de la magia, de las explicaciones religiosas más tarde, y de los sistemas filosóficos en un período posterior.

Si nos detenemos a estudiar los mitos de los pueblos ágrafos, los libros sagrados de la antigüedad o las obras de los primeros filósofos veremos, en todos los casos, que en ellos aparecen conjuntamente, pero sin un orden riguroso, tanto razonamientos lúcidos y profundos como observaciones prácticas y empíricas, sentimientos y anhelos junto con intuiciones, a veces geniales y otras veces profundamente desacertadas. Todas estas construcciones del intelecto donde se vuelcan la pasión y el sentimiento de quienes las construyeron pueden verse como parte de un amplio proceso de adquisición de conocimientos que muestra lo dificultoso que resulta la aproximación a la verdad: en la historia del pensamiento nunca ha sucedido que alguien haya de pronto alcanzado la verdad pura y completa sin antes pasar por el error; muy por el contrario, el análisis de muchos casos nos daría la prueba de que siempre, de algún modo, se obtienen primero conocimientos falaces, ilusiones e impresiones engañosas, antes de poder ejercer sobre ellos la crítica que luego permite elaborar conocimientos más objetivos y satisfactorios.

Lo anterior equivale a decir que el conocimiento llega a nosotros como un proceso, no como un acto único donde se pasa de una vez de la ignorancia a la verdad. Y es un proceso no sólo desde el punto de vista histórico que hemos mencionado hasta aquí, sino también en lo que respecta a cada caso particular, a cada persona que va acumulando informaciones de todo tipo desde su más temprana niñez, a cada descubrimiento que se hace, a todas las teorías o hipótesis que se elaboran.

A partir de lo anterior será posible apreciar con más exactitud el propósito de nuestro libro: presentar una visión de conjunto del proceso mediante el cual se obtiene el conocimiento científico, es decir, de un tipo particular de conocimiento que se alcanza, como decíamos ya, por medio de una actividad que denominamos investigación científica.

1.3. Diferentes tipos de conocimiento

Hemos hecho alusión, en líneas anteriores, a sistemas religiosos y filosóficos, al pensamiento mágico y a otras creaciones culturales del hombre que no se pueden desestimar pese a sus posibles errores, puesto que deben ser comprendidas como parte de un proceso gradual de afirmación de un saber más riguroso y confiable. Pero no se trata sólo de distinguir entre los aciertos y los errores: existe también una diferencia entre el pensamiento racional y las emociones, las intuiciones y otros elementos del discurso que se diferencian bastante claramente de éste.

Si concebimos al hombre como un ser complejo, dotado de una capacidad de raciocinio pero también de una poderosa afectividad, veremos que éste tiene, por lo tanto, muchas maneras distintas de aproximarse a los objetos de su interés. Ante una cadena montañosa, por ejemplo, puede dejarse llevar por sus sentimientos y maravillarse frente la majestuosidad del paisaje, o bien puede tratar de estudiar su composición mineral y sus relaciones con las zonas vecinas; puede embargarse de una emoción indefinible que le haga ver en lo que tiene ante sí la obra de Dios o de un destino especial para sí y el universo, o también puede detenerse a evaluar sus posibilidades de aprovechamiento material, considerándola como un recurso económico para sus fines.

El producto de cualquier de estas actitudes será, en todos los casos, algún tipo de conocimiento. Porque un buen poema puede decirnos tanto acerca del amor o de la soledad como un completo estudio psicológico, y una novela puede mostrarnos aspectos de una cultura, un pueblo o un momento histórico tan bien como el mejor estudio sociológico. No se trata de desvalorizar, naturalmente, el pensamiento científico, ni de poner a competir entre sí a diversos modos de conocimiento. Precisamente lo que queremos destacar es lo contrario: que hay diversas aproximaciones igualmente legítimas hacia un mismo objeto, y que lo que dice el poema no es toda la verdad, pero es algo que no puede decir la psicología porque se trata de una percepción de naturaleza diferente, que se refiere a lo que podemos conocer por el sentimiento o la emoción, no por medio de la razón.

Lo anterior tiene por objeto demostrar que el conocimiento científico es uno de los modos posibles del conocimiento, quizás el más útil o el más desarrollado, pero no por eso el único, o el único capaz de proporcionarnos respuestas para nuestros interrogantes. Y es importante, a nuestro juicio, distinguir nítidamente entre estas diversas aproximaciones para procurar que ningún tipo de conocimiento pueda considerarse como el único legítimo y para evitar que un vano afán de totalidad haga de la ciencia una oscura mezcla de deseos y de afirmaciones racionales. Porque cuando el campo del razonamiento es invadido por la pasión o la emoción éste se debilita, lo mismo que le sucede a la intuición religiosa o estética cuando pretende asumir un valor de saber racional que no puede, por su misma definición, llegar a poseer. Por este motivo es que resulta necesario precisar con alguna claridad aun cuando lo haremos someramente las principales características de ese tipo de pensar e indagar que se designa como científico.

1.4. El conocimiento científico y sus características

La ciencia es una vasta empresa que ha ocupado y ocupa una gran cantidad de esfuerzos humanos en procura de conocimientos sólidos acerca de la realidad. Tratar de elaborar una definición más precisa sería tarea evidentemente ardua, que escapa a los objetivos de estas páginas. Pero interesa señalar aquí que la ciencia debe ser vista como una de las actividades que el hombre realiza, como un conjunto de acciones encaminadas y dirigidas hacia determinado fin, que no es otro que el de obtener un conocimiento verificable sobre los hechos que lo rodean. [V. Bunge M., La Ciencia, su Método y su Filosofía, Ed. Siglo Veinte, Bs. Aires, 1972; N. Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía; Nagel, Ernest, La Estructura de la Ciencia, Ed. Ariel, Barcelona, 1978, y nuestro ya citado Los Caminos de la Ciencia, entre la mucha bi- bliografía existente.]

Como toda actividad humana, la labor de los científicos e investigadores está naturalmente enmarcada por las necesidades y las ideas de su tiempo y de su sociedad. Los valores, las perspectivas culturales y el peso de la tradición juegan un papel sobre toda actividad que se emprenda y, de un modo menos directo pero no por eso menos perceptible, también se expresan en la producción intelectual de una época el tipo de organización que dicha sociedad adopte para la obtención y transmisión de conocimientos y el papel material que se otorgue al científico dentro de su medio. [V., entre otros, a Bernal, John D., Historia Social de la Ciencia, Ed. Península, Barcelona, 1976; Merton, Robert K., La Sociología de la Ciencia, Ed. Alianza, Madrid, 1977; Geymonat, Ludovico, El Pensa- miento Científico, Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1972, y Kuhn, Thomas, La Estructura de las Revoluciones Científicas, Ed. FCE, Madrid, 1981.] Considerando estos factores será preciso definir a la ciencia como una actividad social y no solamente individual, para no correr el riesgo de imaginar al científico como un ente abstracto, como un ser que no vive en el mundo cotidiano, con lo que perderíamos de vista las inevitables limitaciones históricas que tiene todo conocimiento científico.

Entrando más de lleno en la determinación de las características principales del pensamiento científico habremos de puntualizar que éste se ha ido gestando y perfilando históricamente por medio de un proceso que se acelera notablemente a partir de la época del Renacimiento. La ciencia se va distanciando de lo que algunos autores denominan Aconocimiento vulgar", [Nos referimos a Bunge, Op. Cit.] otros Aconocimientos práctico" y otros Ael mundo del manipular"; [Kosic, Karel, Dialéctica de lo Concreto, Ed. Grijalbo, México, 1967, pp. 26 a 37, passim.] se va estableciendo así una gradual diferencia con el lenguaje que se emplea en la vida cotidiana, en la búsqueda de un pensamiento riguroso y ordenado.

Al igual que la filosofía, la ciencia trata de definir con la mayor precisión posible cada uno de los conceptos que utiliza, desterrando las ambigüedades del lenguaje corriente. Nociones como las de Acrisis económica", vegetal" o Aestrella", por ejemplo, que se utilizan comúnmente sin mayor rigor, adquieren en los textos científicos un contenido mucho más preciso. Porque la ciencia no puede permitirse designar con el mismo nombre a fenómenos que, aunque aparentemente semejantes, son de distinta naturaleza: si llamamos Acrisis" a toda perturbación que una nación tiene en su economía sin distinguir entre los diversos tipos que se presentan, nos será imposible construir una teoría que pueda describir y explicar lo que son precisamente las crisis: nuestro modo de emplear el lenguaje se convertirá en nuestro principal enemigo. De allí la necesidad de conceptualizar con el mayor rigor posible todos los elementos que componen nuestro razonamiento, pues ésta es la única vía que permite que el mismo tenga un significado concreto y determinado. De allí también la aparente oscuridad de algunos trabajos científicos, que emplean conceptos específicos, claramente delimitados, utilizando palabras que confunden al profano.

Otras cualidades específicas de la ciencia, que permiten distinguirla con bastante nitidez del pensar cotidiano y de otras formas de conocimiento (según veíamos en 1.3), son las que mencionaremos a continuación:

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Objetividad: La palabra objetividad se deriva de objeto, es decir, de aquello que se estudia, de la cosa o problema sobre la cual deseamos saber algo. [V. Infra, 2.1.] Objetividad significa, por lo tanto, que se intenta obtener un conocimiento que concuerde con la realidad del objeto, que lo describa o explique tal cual es y no como nosotros desearíamos que fuese. Ser objetivo es tratar de encontrar la realidad del objeto o fenómeno estudiado, elaborando proposiciones que reflejen sus cualidades. Lo contrario es la subjetividad, las ideas que nacen del prejuicio, de la costumbre o de la tradición, las meras opiniones o impresiones del sujeto. Para poder luchar contra la subjetividad es preciso que nuestros conocimientos puedan ser verificados por otros, que cada una de las proposiciones que hacemos sean comprobadas y demostradas en la realidad, sin dar por aceptado nada que no pueda sufrir este proceso de verificación.

Si una persona sostiene: Hoy hace más calor que ayer" y otra lo niega, no podemos decir, en principio, que ninguna de las dos afirmaciones sea falsa o verdadera. Probablemente ambas

tengan razón en cuanto a que sienten más o menos calor que el día anterior, pero eso no significa que en realidad, objetivamente, la temperatura haya aumentado o decrecido. Se trata de afirmaciones no científicas, no verificables, y que por eso deben considerarse como subjetivas. Decir, en cambio, ahora la temperatura es de 24oC", es una afirmación de carácter científico, que puede ser verificada, y que en caso de que esto ocurra podemos considerar como objetiva.

El problema de la objetividad no es tan simple como podría dar a entender el ejemplo anterior, sacado del mundo físico. En todas nuestras apreciaciones va a existir siempre una carga de subjetividad, de prejuicios, intereses y hábitos mentales de los que participamos muchas veces sin saberlo. Este problema se agudiza cuando nos referimos a los temas que más directamente nos conciernen, como los de la sociedad, la economía o la política, en todos los cuales puede decirse que estamos involucrados de algún modo, que somos a la vez los investigadores y los objetos investigados. Por eso no debemos decir que la ciencia es objetiva, como si pudiese existir un pensamiento totalmente liberado de subjetividad, sino que la ciencia intenta o pretende ser objetiva, que trata de alcanzar un fin que, en plenitud, en términos absolutos, resulta inaccesible.

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Racionalidad: es otra característica de suma importancia para definir la actividad científica, que se refiere al hecho de que la ciencia utiliza la razón como arma esencial para llegar a sus resultados. Los científicos trabajan en lo posible con conceptos, juicios y razonamientos y no con sensaciones, imágenes o impresiones. Los enunciados que realizan son combinaciones lógicas de esos elementos conceptuales que deben ensamblarse coherentemente, evitando las contradicciones internas, las ambigüedades y las confusiones que la lógica nos enseña a superar. La racionalidad aleja a la ciencia de la religión, y de todos los sistemas donde aparecen elementos no-racionales o donde se apela a principios explicativos extra o sobre-naturales; y la separa también del arte donde cumple un papel secundario, subordinado a los sentimientos y sensaciones.

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Sistematicidad: La ciencia es sistemática, organizada en sus búsquedas y en sus resultados. Se preocupa por organizar sus ideas coherentemente y por tratar de incluir todo conocimiento parcial en conjuntos cada vez más amplios. No pasa por alto los datos que pueden ser relevantes para un problema sino que, por el contrario, pretende conjugarlos dentro de teorías y leyes más generales. No acepta unos datos y rechaza otros, sino que trata de incluirlos a todos dentro de modelos en los que puedan tener ordenada cabida. La sistematicidad está estrechamente ligada a la siguiente característica que examinaremos.

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Generalidad: La preocupación científica no es tanto ahondar y completar el conocimiento de un solo objeto individual, como en cambio lograr que cada conocimiento parcial sirva como puente para alcanzar una comprensión de mayor alcance. Para el investigador, por ejemplo, carece de sentido conocer todos los detalles constitutivos de un determinado trozo de mineral: su interés se encamina preponderantemente a establecer las leyes o normas generales que nos describen el comportamiento de todos los minerales de un cierto tipo, tratando de elaborar enunciados amplios, aplicables a categorías completas de objetos. De este modo, tratando de llegar a lo general y no deteniéndose exclusivamente en lo particular, es que las ciencias nos otorgan explicaciones cada vez más valiosas para elaborar una visión panorámica de nuestro mundo.

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Falibilidad: la ciencia es uno de los pocos sistemas elaborados por el hombre donde se reconoce explícitamente la propia posibilidad de equivocación, de cometer errores. En esta conciencia de sus limitaciones es donde reside su verdadera capacidad para autocorregirse y superarse, para desprenderse de todas las elaboraciones aceptadas cuando se comprueba su falsedad. [Recomendamos, para todo este punto, consultar a Mario Bunge, La investigación Científica, su Estrategia y su Filosofía, Ed. Ariel, Barcelona, 1969, así como a Popper, Karl, La Lógica de la Investigación Científica, Ed. Tecnos, Madrid, 1980.] Gracias a ello es que nuestros conocimientos se renuevan constantemente y que vamos hacia un progresivo mejoramiento de las explicaciones que damos a los hechos. Al reconocerse falible todo científico abandona la pretensión de haber alcanzado verdades absolutas y finales, y por el contrario sólo se plantea que sus conclusiones son provisoriamente definitivas", como decía Einstein, válidas solamente mientras no puedan ser negadas o desmentidas. En consecuencia, toda teoría, ley o afirmación está sujeta, en todo momento, a la revisión y la discusión, lo que permite perfeccionarlas y modificarlas para hacerlas cada vez más objetivas, racionales, sistemáticas y generales.

Este carácter abierto y dinámico que posee la ciencia la aparta de un modo nítido de los dogmas de cualquier tipo que tienen la pretensión de constituirse en verdad infalible, proporcionándole así una enorme ventaja para explicar hechos que esos dogmas no interpretan o explican adecuadamente, para asimilar nuevos datos o informaciones, para modificarse continuamente. Es, de algún modo, la diferencia crucial que la distingue de otros modelos de pensamiento, sistemáticos y racionales muchas veces, pero carentes de la posibilidad de superarse a sí mismos.